La reforma 38 de la constitución de la República Dominicana (la que se lleva a cabo hoy en día) es una muestra fehaciente de nuestras debilidades sociales e institucionales. Aun no entendemos cuales deben ser preceptos constitucionales que deben o no ser incluidos en la Carta Magna. Y peor aun, no hemos comprendido que el cumplimiento de la Constitución de la República no viene dado por la simple escritura de palabras y la aprobación irrestricta de quienes están supuestos a representar la sociedad. ¿Se nos olvida que esa misma constitución es la que es violada día a día por los mismos dominicanos y dominicanas que pretenden reformarla? Además, me gustaría conocer aparte de la constitución, una de las leyes adjetivas existentes en R.D. que tenga un cumplimiento cabal. ¿La de electricidad? ¿la de educación? ¿la de salud? ¿la del defensor del pueblo? ¿cual? El problema del cumplimiento no esta en las leyes sino en los hombres y mujeres llamados a cumplirlas!
El cumplimiento de cualquier constitución viene dado por una serie de principios y valores que han de regir nuestras vidas. Principios y valores fundamentados en el sentido común mas básico: "Hacer las cosas de tal modo como me gustaría que los demás la hicieran". En estas palabras a mi entender radica el cumplimiento intrínseco e implícito de cualquier ley.
La reforma constitucional encierra en si misma un propósito que trasciende a los demás: activar el dispositivo de la reelección indefinida en periodos parciales. No creo que este sea un propósito apegado a los mejores intereses de la nación, y mas aun que quien encarniza dicho esfuerzo ha tenido la oportunidad de conducir la República Dominicana por los reales senderos del desarrollo y aun la voluntad no se encuentra con los deseos de la mayoría.
¡Es hora de que en la República Dominicana demos riendas sueltas al poder de la ley por encima de la ley del poder!
¡Es hora de reinventar el ejercicio de la política!
Es hora de dar el paso y formar una masa crítica de dominicanos y dominicanas que sean el detonante participativo para reinventar la República Dominicana e implementar un real ESTADO DE DERECHO.