REFLEXIONES POLITICAS (1)

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Me impulsan razones muy propias ante el hecho de abordar temas de la política dominicana. Lo hago de manera consciente, con el profundo interés de ofrecer mis opiniones a una sociedad como la nuestra sumergida en una turbia realidad creada en gran parte por aquellos que mal ejercen la política como oficio.

Hemos llegado al grado de calificar de la manera más despectiva posible a quienes ejercen la política, y más aun vemos con alto desagrado a aquellos dominicanos y dominicanas que han estado alejados de la política y deciden en algún momento específico participar en ella. Creo que la sociedad dominicana tiene muchas personas que han demostrado poseer altos valores éticos y morales, y les gustaría participar en el "bajo" mundo de la política, pero no entienden como hacerlo, y sobre todo sienten el dedo acusador de sus semejantes que podrían inferir una degradación de ellos como individuos si dan el paso.

La política no es mala en si misma. La política rige todo cuanto nos rodea, desde las situaciones mas personales hasta aquellas que dependen de ese mundo externo del cual somos parte y en el que día a día nos desarrollamos. Somos nosotros los seres humanos que con nuestro accionar desapegados a la ética hacemos del ejercicio político algo vergonzoso.

Entiendo que ha llegado el momento de despolitizar la política a través de la participación en ella, de aquellos que no son políticos. No es posible que la sociedad dominicana funcione bajo la lógica y la racionalidad de los políticos tradicionales dominicanos. Es una lógica que sólo responde a su "rationale" individual matizado por el oportunismo y carente de elementos conceptuales que nos permitan entender que sus acciones están orientadas al bienestar de la mayoría.

Despolitizar la política ha de ser uno de los objetivos! Pero no puede despolitizarse la política con los mismos seres humanos que la han politizado. Ni tampoco despolitizarla será tarea de individuos pasivos. Aquellos sensatos y sensatas han de dar el paso, y entender tal como Heráclito de Efesos nos plantea de que el mundo está sujeto a constantes cambios y transformaciones; situación de la cual no escapan las sociedades.

Tenemos que inyectar oxígeno al cuerpo moribundo de la sociedad dominicana. Debemos romper los esquemas mentales que nos atan a pensar que no podemos elevarnos como sociedad por encima de las pequeñeces cotidianas a las cuales somos bombardeados. Rompamos las cadenas que nos han atado al subdesarrollo y demos paso a ese accionar de dominicanas y dominicanos que nos sentimos comprometidos con tener un país mejor.